Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
Conocí
la estupenda cocina de Saúl y Elena
en la antigua sede de Treze en la
céntrica calle de San Bernardino (detrás de Plaza de España); estos jóvenes
pero muy experimentados profesionales de los fogones se han trasladado
recientemente al Barrio de Salamanca,
-un acierto total en mi opinión- y no podía dejar de ir a conocer su nuevo
proyecto.
En
este nuevo local el nivel de calle lo han llamado “Treze Bar”, en el que ofrecen su cocina de mercado en un ambiente cómodo y distendido: una barra,
taburetes vintage y una pequeña sala
muy coqueta y acogedora, con una carta destinada a tapeo y raciones perfecta
para compartir, -también opción muy acertada de medias raciones- y buenos vinos
por copas.
En
el piso superior de Treze está el Restaurante, en un espacio limpio,
blanco y vegetal, con una original vidriera y mesas bastante separadas entre sí
(muy de agradecer), en el que Saúl
ofrece lo mejor de sí mismo y elabora una cocina basada en un producto de alta calidad tratado con
todo el mimo.
En
esta ocasión nos dejamos aconsejar por Saúl y quisimos conocer su carta más
informal del Treze Bar, así que
compartimos varias y suculentas raciones que os cuento:
Comenzamos
con unas ensaladillas Elena versus Saúl,
más tradicional esta última sin sorpresas, muy rica, y novedosa la primera me
encantó el toque de Elena.
Sugerencia
del día, fresquísimos mejillones con
curry y lemon grass, espectaculares.
Sabéis
que soy amante del buen roast beef, así que no me pude resistir a la coca de roast beef de ternera con muselina
de chile y crudités, una ingeniosa combinación.
Un
clásico de cualquier carta de raciones que se precie, buñuelos de bacalao con ali oli, no soy amante de los fritos, pero
estos estaban bien escurridos, como debe ser.
Un
plato que últimamente prolifera en las cartas, ceviche de corvina, en esta ocasión acompañado también de pulpo; el
toque original se lo daba el maíz.
Y
un plato que me sorprendió, tanto por su presentación en mesa como por su
sabor, pulpo rustido y ahumado, -con
maderas de roble creo recordar-, que aromatizaban a la perfección este rico
plato.
Terminamos con un postre de chocolate y oreo que, yo que no soy muy de postres, tengo que recomendar porque estaba deliciosísimo!.
Con
nueva ubicación, un ticket medio de 30 euros, decoración bonita y relajante, un
equipo joven, profesional, llenos de ilusión y muy buen hacer en la cocina, Treze reúne todas las cualidades para
ser un éxito en su nueva andadura, y desde aquí os recomiendo una visita para
que lo comprobéis.
C/
General Pardiñas, 36 Madrid
Tlf. 91 541 07 17
Fotos propias y de Treze
Que sitio tan acogedor y que pinta tan deliciosa tienen esos platos...
ResponderEliminarSaludos!!
Mil gracias porctu comentario Bordando mi Vida, feliz finde!
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