Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
El
afamado y exitoso Grupo Lezama nos
trae la esencia del mar a Madrid,
nada menos que a la emblemática Plaza de Oriente, y es que al lado de lo que ya
era, -y es-, La Mar del Alabardero también del Grupo, recientemente han abierto
dos espacios diferentes en un mismo local: Raw
Bar a nivel de calle y La Lonja
en el primer piso.
Comenzamos
nuestra visita en el Raw Bar, exquisitamente
decorado con originales elementos
marinos –que no marineros-: en el suelo, baldosas que nos recuerdan la piel
de los peces; la barra, que es espectacular, parece recubierta de escamas brillantes, así como las lámparas sobre la barra a modo de redes
o nasas, y las mesas recuerdan los tentáculos de un calamar gigante, todo ello
obra del estudio de interiorismo G de V Arquitectura, supervisado por el
renombrado interiorista Ignacio García
de Vinuesa.
Aquí
podemos disfrutar tanto de una copa de vino como de un cocktail cosmopolita
elaborado al momento, que se pueden acompañar de una carta de platos fríos,
dedicada a cuidar la excelencia de los
buenos pescados suministrados nada menos que por Serpeska;
Tengo
que decir que la materia prima es de
primera, algo que se nota desde el primer bocado porque se ofrece el
pescado sin artificios, además de ser recibidos con un pequeño cocktail que el
barman, -encantador por cierto-, cambia cada día o que podemos elegir de su
variada carta de cocktails (ojo al Gimlet
y al Negroni). Lo mejor es dejarnos guiar por el personal de sala,
dirigidos magníficamente por José Luís
Martínez, todo un experto cocinero y gastrónomo de larga trayectoria
profesional al frente de la gerencia de este nuevo proyecto de Lezama.
Junto
con el cocktail de bienvenida, un
aperitivo de la casa, anchoa en salazón
del cantábrico, sin palabras, ¡comenzamos muy bien!
Seguimos
en el Raw Bar probando varios platos
que se preparan a la vista del comensal: un magnífico tartar de atún rojo de almadraba cortado al momento; tiradito de salmonete de roca con
ensalada de frutos rojos, este plato realmente me sorprendió, por su sabor y su
frescura, y por lo original de hacer este corte con un pescado como el salmonete,
¡un plato de diez!. Selección de ahumados
de la casa, que se ahúman al momento; Vieiras
a la parrilla con emulsión de alcachofas confitadas y tapenade; y un rico
ceviche de lubina y calamar con
espárragos y rábanos.
Y
después de esta exhibición de sabores de
mar continuamos con el plato fuerte en La
Lonja, en el piso superior, un espacio dedicado a la alta gastronomía al que se accede por unas escaleras en las que nos
acompañan magníficos corales, pasamos por delante de una ventana desde la que
se ve la parrilla de encina de La Lonja,
inspirada en las parrillas japonesas, con siete alturas que se regulan en
función del punto que se quiera dar a cada plato.
En
este espacio la decoración continúa la línea del Raw Bar, si bien éste es más
desenfadado, La Lonja es un elegante
espacio marino con constantes referencias temáticas: maderas en tonos barco,
colores azulados y grisáceos marinos, texturas de arena, lámparas iluminando el
espacio acertadamente y la luz que entra a raudales por los magníficos diez
ventanales desde los que admirar el Teatro y el Palacio Real. Dos salas
independientes y un reservado, para ocho/diez personas, espectacular.
Siguiendo
las recomendaciones del experto jefe de sala, el pescado estrella aquél día era
la lubina salvaje, preparada en esa
parrilla de encina tan llamativa y apetecible junto con cebollita y patata, tal
cual, sin florituras, plena de sabor.
Antes
de la lubina, el chef de la Lonja nos
obsequió con un rico aperitivo, crema de
coliflor y berberecho, sabor intenso y marino. Continuamos con una
selección de verduras de cultivo
orgánico a la parrilla, sano sanísimo, rico ¡riquísimo!.
Rape y calamar, poco hecho, como a mí me gusta, qué bien te sientes cuando en un restaurante saben conseguir el punto del pescado, ¡instantes de felicidad gastro!
A destacar la variedad de panes, de Viena La Baguette, elaborados con masa madre que se hace notar en la textura y el sabor, pan que sabe a pan, y que acompaña de forma acertada los platos de La Lonja.
Y terminamos esta exquisita comida con dos postres caseros, crême brulée y torrija de anís con frutos rojos, esta opinión la dejo para los amantes del dulce, pero qué colores tenían! También caseros unos generosos mignardises para acompañar un estupendo Oporto.
Precio
medio del Raw Bar, sobre unos 20 euros, y la carta de La Lonja, a partir de 45
euros; si alguien no quiere pescado también existe la opción de probar una
carne gallega a la parrilla. No tengo más que recomendaros que lo probéis, al
menos uno de los dos espacios, una experiencia
gourmet en un entorno ideal y con
vistas impagables a la plaza de Oriente, el Teatro y el Palacio Real.
Plaza
de Oriente, 6 Madrid
Tlf. 91 541 33 33
Fotos propias y de Raw Bar
La Lonja
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
Muchas gracias por la publicación! Siempre estamos encantados de tenerte por aquí!
ResponderEliminarUn saludo de todo el equipo!