Como
dicen Ángel y Fernando, orgullosos
propietarios de La Vaca y La Huerta,
de pequeños nos enseñaron que la vaca viene del campo y las verduras de la
huerta, y esto es precisamente lo que nos encontramos en este restaurante
ubicado en pleno Barrio Salamanca.
Me
ha encantado este concepto gastro tan
puro y limpio en una carta, sencillez pero intensidad de sabores: de la huerta las mejores verduras, la
mayoría de ellas provienen de producciones ecológicas, presentadas sin
artificios y sin grandes “salseos” que puedan esconder el plato, cuentan como
proveedor de frutas y verduras con Entre
Col y Col, empresa especializada en el sector desde hace más de 30 años.
Y ¡qué carne!,
producto, producto, producto; La Vaca y
La Huerta ha confiado en Cárnicas José Luis Vicente y Discarlux,
que marcan personalmente las vacas en Galicia, animales de mínimo 4 años y que
una vez llegan a Madrid tienen una maduración
mínima de 40 días, lo que hace de este plato una carne de autor, con una buena cobertura de grasa y excelente
infiltración.
En
nuestra visita nos dejamos guiar y aconsejar por uno de sus propietarios,
Ángel Marugán, un apasionado de la esencia del producto y preocupado por adaptar la
carta de La Vaca y La Huerta a la
temporada, y vaya si lo consiguen!: nos ofreció un poquito de todo para probar
tan apetecible carta, comenzando con un aperitivo de la casa croqueta de setas y tomate ibérico.
Seguimos
con un plato que no vais a encontrar en muchas cartas, una ensalada de burratina y pamplinas (o berujas), una de mis verduras
favoritas, excelentemente aliñada y acompañada de tomates secos.
Alcachofas en flor con aceite de arbequina, sin más, (¿para qué?), pureza y sabor, no me canso de
repetirlo.
Huevos de corral ecológicos con patatas confitadas y
trufa negra, estos huevos sí que saben a
huevos.
Seguimos
con un steak tartar en la versión de
“nuestra chefa”, es decir, la chefa de La Vaca y La huerta, que mira que
hace bien las cosas, y con esa carne…
Un
plato muy original, una especie de tataki de carne de la buena, el carpaccio rústico con costra de hierbas y
Dijon, ¡espectacular sabor!, tengo que confesar que este plato me
conquistó, no me esperaba algo así, no dejéis de probarlo.
Lo
mío no son las mollejas, pero estas
éstas salteadas al brandy en opinión de mis compañeros de mesa, se merecen
todos los honores.
Y
terminamos como no podía ser de otra manera con un excelente lomo alto de vaca rubia gallega, la mejor carne, sin más, producto tal
cual, acompañada de patatas fritas caseras y pimientos asados, todo un festival
para los amantes carnívoros.
Postres caseros, en línea con el resto de la carta, sencillos y sabrosos, que nos recuerdan a la abuela, como estas peras al vino.
No
olvido comentaros sobre la decoración de
La Vaca y La Huerta que, al igual que su carta, sencilla, de calidad,
honesta y sin artificios, está basada en colores puros, blancos y negros,
maderas naturales, claras y sencillas.
Me
encantó la báscula de aguja tradicional,
de esas que aún quedan en algunas carnicerías de pueblo, y no os perdáis el
inmenso mural en la pared principal del local, pintado a mano con rotulador,
con una sonriente vaca y un bodegón de frutas.
Por
cierto, no quiero terminar sin contaros que en La Vaca y La Huerta podemos
encontrar una estupenda cerveza
artesana, La Loca Juana, que se elabora en el Castillo de Íscar
(Valladolid) por uno de los copropietarios, Fernando de la Raza, con todo el esmero a la
manera tradicional, y tengo que decir, está deliciosa, sin ese exceso de
gasificación que tienen otras marcas industriales.
No
tengo más que recomendaros una visita a
La Vaca y La Huerta, estoy segura que os va a conquistar como me ocurrió a
mí, ¡qué producto!, y a un precio realmente competitivo. ¡Olé por el trabajo
bien hecho!
C/
Recoletos, 13 Madrid
Tlf. 91 781 15 86
Fotos propias y de La Vaca y
La Huerta
Madre mía!! Es para volverse loca!!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo Mariana, merece mucho la pena. Feliz día!
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