La
verdad que me ha sorprendido muy gratamente Villalar Le Qualité, en pleno Barrio
Salamanca al ladito de la madrileña Puerta de Alcalá y en una animada calle
gastro en la que se respira tranquilidad y buen rollo.
Dos
jóvenes emprendedores y apasionados de la buena cocina, Daniel Bállega y Miguel
Hurtado, han decidido hacer realidad su sueño y han abierto Villalar Le Qualité, ofreciendo
precisamente eso: calidad en los fogones.
Daniel al mando de la gerencia y Miguel responsable de los elegantes platos que
salen de su cocina, me cuentan cuál es su proyecto gastronómico:
Por
las mañanas, desayunos en la barra y en las mesas altas junto a una pequeña
cascada, destacan sus mermeladas caseras
hechas con todo el cariño y presentadas en coquetos botecitos rústicos, la de
hierbabuena es ya todo un clásico entre sus fieles seguidores.
Al mediodía dos menús,
standard y ejecutivo, en Villalar Le
Qualité cuentan ya con varios adeptos en la zona que no perdonan salir del
trabajo y probar las sugerencias del día.
Pero
donde realmente destaca Villalar Le
Qualité es con su carta, no demasiado larga pero muy acertada, y después de
probar varios de sus platos he de
confesaros que me han conquistado, no sólo por la elaboración de su cocina,
sino también por el cariño que le ponen, y eso desde luego se nota.
Comenzamos
con un aperitivo de la casa presentado en un recipiente especial para la cata de aceites, del más suave al más
fuerte, sano y natural. Probamos la caprese
con tomate cherry y mozzarella bocconcini, una combinación fresca para
estos días y una buena forma de empezar una cena.
Seguimos
con un plato de pulpo ecológico de la
Ría de Bueu a la plancha con parmentier trufada, elaboración muy por encima
de la media y calidad de producto.
Había
que probar ese steak tartar con helado
de mostaza, excelentemente macerado y ligado me encantó encontrar trocitos
de pepinillo y la mostaza le iba de muerte, rico rico.
Original
y sabroso el sartú de rissotto con berenjenas,
espléndidamente presentado y sorprendente sabor, este plato me ha conquistado.
Magret de pato a la fruta de la pasión sobre panaderas
de manzana, se notan los platos bien hechos.
Y
terminamos con un irresistible coulant
de chocolate con helado de piña, pues eso, ¡irresistible!
Y
no olvido hablaros de la decoración
fresca y minimalista de Villalar Le
Qualité, donde han aprovechado con acierto toda una larga pared para
cubrirla de elegantes jardines
verticales, para dar acceso a través de un pasillo iluminado con originales macetas a modo de lámparas,
a la sala de restaurante, en la que igualmente predominan los tonos blancos, la madera clara y atención a la baldosa
rústica del suelo, que contrasta con la iluminación inferior de la mesa del
reservado, en un tono azul que nos hace pensar en ¡cenar en las nubes!.
No tengo más que recomendaros Villalar Le Qualité por varias razones:
su ajustado precio, -ticket medio sobre 25 euros-, la zona en la que se
ubica, y la calidad de sus platos que demuestran pasión por la gastronomía.
Repetiré.
Villalar
Le Qualité
C/
Villalar, 6 Madrid
Tlf. 91 070 48 61
Fotos propias
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