Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
Hace
ya unos años que conocí Normandie
Ondarreta, y puedo decir que es uno de esos restaurantes “fondo de armario”
a los que siempre vuelves, tanto por su cocina como por las sensaciones que te quedan tras
disfrutar de su ubicación.
Normandie
está al ladito de Madrid, en la salida 36 de la N-I (tras pasar la salida de la
conocida localidad de San Agustín de Guadalix), en un coqueto caserío de estética vasco-francesa y rodeado de jardines y
árboles, un mágico restaurante
perteneciente al reconocido Grupo Hostelero Ondarreta, ya os hablé de otro
restaurante de este Grupo, Ondarreta la Moraleja, hace no demasiado tiempo.
Y
digo mágico porque la historia que le
precede tiene su leyenda: hace ya muchos años que una hermosa mujer francesa,
concretamente de la zona de Normandía se enamoró de un atractivo hombre español, y para
poder estar juntos decidió venir a vivir a España y abrir su restaurante
francés aquí, de ahí el nombre del restaurante y la cuidada estética y
arquitectura de la casa.
La
decoración y cada detalle de Normandie
recuerdan a nuestro país vecino: coquetos
salones entelados o empapelados con motivos afrancesados, rincones acogedores, elegantes
chimeneas, maderas nobles y utensilios de cocina de cobre, crean un ambiente
agradable e íntimo.
Al
edificio se suma un porche cubierto de
lo más acogedor, con paredes de piedra y cristaleras que dan paso a la terraza, visita imprescindible en
verano.
También
he visitado varias veces Normandie Ondarreta como invitada a celebraciones familiares, os cuento que
además de los salones privados del restaurante, la finca tiene en el interior de sus jardines y con
entrada y parking separados, dos espacios reformados por el estudio de
decoración “Alternativa” en el que celebrar las que conocemos como “bbc”,
bodas, bautizos y comuniones, me parece una buena idea para este tipo de
celebraciones porque los mayores disfrutamos de toda la intimidad familiar y
los niños del parque y el jardín.
No
me enrollo más y vamos con la carta: nos recibe el jefe de sala, el encantador
y amable José Antonio, que sabe soy fan de la lubina a la sal de Normandie Ondarreta, y ya casi desde que me ve
entrar está sonriendo sabiendo que la comanda va tener, sí o sí, su famosa
lubina, ¡jajaja!
Y
no sólo de lubina vive el hombre (y la mujer), así que echando un vistazo a la
carta podemos decir que tiene una base de
tradición vasca (marmitako, alubias de Gernika, merluza con chipirones) mezclada con ciertos toques de cocina
francesa (caracoles de Borgoña, solomillo Strogonoff, confit de pato, y sus sabrosas ancas de rana a la provenal
que nunca me cansaría de comer, ¡qué ricas!).
Como entrantes
destacaría un centro de puntas de
espárragos blancos con queso, salmón ahumado y gulas que está buenísimo,
además de la ensaladilla rusa, los chipirones a la plancha con cebollita frita,
las habitas salteadas con jamón. No faltan varias ensaladas y cremas, y por
supuesto, la sopa de cebolla gratinada,
muy francesa.
Algunas
carnes y pescados los preparan a la parrilla
de carbón, me encanta el olor de esta parrilla, y también la hamburguesa y
las chuletitas.
Siempre
oigo hablar muy bien del centro de
merluza rellena de txangurro, para la próxima visita me lo pido, y
espectacular el bacalao crujiente en
tempura con salmorejo, entre otros pescados de la carta como rodaballo, salmón y atún, y por
supuesto, mi debilidad: la lubina a la
sal, preparada y presentada en un cajón rústico, desespinada al momento y
acompañada de verduras al dente, zanahoria, alcachofa y patatita, aove y salsa
mahonesa… mmmmm, ¡deliciosa!.
Y
carnes de lo más variadas, milhojas
de lechón con manzana, solomillo con foie al oporto, pallarda de ternera,
medallones de ibérico sobre tosta de morcilla con torta del Casar…
Ya
sabéis que el dulce no es lo mío, pero tengo que hablaros de las crêpes Suzette que preparan en
Normandie Ondarreta al momento y delante del comensal, todo un espectáculo, y
con un resultado de sabor súper equilibrado entre el dulce y el ligero toque
amargo de la naranja, no dejéis de pedirlas.
Como
veis soy una enamorada de Normandie,
quizá porque siempre que voy me siento feliz, y confieso que en noches de
invierno, con la chimenea encendida y la suculenta cocina, la desconexión es
total y el placer gastro está garantizado. Ahora es tiempo de terrazas y jardines, toca disfrutar del buen tiempo que se respira fuera del asfalto de la ciudad, y en coche ¡sólo se tarda un cuarto de hora!.
Ctra.
de Burgos, km. 36,4 El Molar, Madrid
Tlf. 91 841 00 53
Fotos propias y de Normandie
Ondarreta
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
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