Texto
by Mónica Gutiérrez-Aller
La
palabra “námit” procede de un dialecto
filipino, y significa “delicioso”, así que Inés Lamata, propietaria y alma mater de este delicioso proyecto,
no podía haber encontrado un nombre más
adecuado para su restaurante.
La
fachada de Námit no hace justicia al
interior del local, pero sólo es eso: fachada; en la entrada una acogedora
terracita con un agradable jardín vertical, mesas ligeras, sillas de lo más
coloridas y animado ambiente, y en el interior del restaurante una decoración
moderna muy personal, con una iluminación que transmite calidez, techos
altísimos y espacios diáfanos de lo más confortable.
Personalmente
me ha sorprendido muy gratamente conocer Námit,
Inés (de origen filipino pero española de adopción tras 45 años en nuestro
país) y todo su equipo han conseguido fusionar
con éxito su pasión por la cocina mediterránea con sus raíces filipinas, y
así la carta combina platos tradicionales de todo el sudeste asiático (no sólo
filipinos) con platos claramente mediterráneos, por lo que cada comensal puede encontrar platos que respondan a sus gustos.
Yo
tenía claro que quería probar especialidades filipinas, así que me dejé
aconsejar por el jefe de sala, Jorge, un encanto de persona de lo más
profesional, y comenzamos con unos rollitos
de verduras por un lado, y rollitos
Námit de carne por otro, con salsa agridulce, ambos absolutamente caseros,
nada que ver con los rollitos que todos tenemos en mente: estos tienen una masa
suave y un relleno sabroso, ideales para comenzar la cena.
Seguimos
con una especialidad Námit, Pancit
Lang-Lang, fideos de arroz salteados con pollo, gambas y verduras, puedo
decir que me sorprendió lo rico que estaba, pues aunque es claramente un plato
oriental, me pareció una elaboración muy cuidada y casera, las verduras sabían
a verduras.
Otra
especialidad Sisig Inasal, pollo a
la piedra marinado en especias y piña con huevo de corral , con una vistosa
presentación, muy acertado romper el huevo y mezclarlo con el resto de
ingredientes.
Estupenda
maceración del tartar de salmón, con
mango, soja dulce y un toque de curry rojo, muy buena idea recurrir al
mango en vez de al consabido aguacate, diferente y fresco.
Y
terminamos con un postre que, además de vistoso, no llena nada y está
delicioso, un helado de té verde con su
lecho de gelatina de coco y hojas de pandan.
Os recomiendo sinceramente conocer Námit, os va a sorprender: excelente relación calidad/precio
(unos 25 euros por persona), trato cercano y profesional y cocina exquisita,
además de buen ambiente; yo desde luego ¡pienso repetir!.
C/
Rafael Calvo, 38, Madrid
Tlf. 91 308 44 62
Fotos propias y de Námit
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
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