Texto
by Mónica Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
Wilbran
es una sorpresa gastronómica que hasta hace poco estaba escondida tras los
andamios colocados para la restauración del edificio señorial en el que se
ubica este restaurante en el siempre elegante y vanguardista Barrio de las Salesas y, por fin, aparece en todo su esplendor. Respetando la fachada típica de
taberna castiza de principios del siglo pasado y la maravillosa barra de roble de más de 100 años de antigüedad, Wilbran ha reformado el interior de su
local para convertirlo en un restaurante agradable, acogedor y en el que se
disfruta comiendo.
Me
ha encantado la iluminación tenue del
local perfecta para una cena relajada, y los suelos hidráulicos típicos de estos antiguos locales madrileños, y
buenísima idea exponer cuadros de
artistas contemporáneos que, además de decorar, se pueden comprar por los
clientes de Wilbran.
La
doble nacionalidad asiática y española
de la propietaria de Wilbran, Natalia,
impregna la cocina fusión de ambos continentes, y en la carta hay platos como
cangrejo de concha blanda al ajillo o langostino envuelto en gyoza, además del éxito de platos de tradición claramente
española como los callos, la merluza a la gallega o una espléndida
tortilla. Y una espléndida bodega generosa en sus referencias y buena relación calidad/precio.
Encantador el jefe de sala, Miguel, con una amplia trayectoria profesional a sus espaldas
como chef, nos dejamos guiar por sus sugerencias para probar los platos estrella de Wilbran:
Comenzamos
compartiendo varios platos: una ensaladilla
rusa muy casera, apetecible y rica; calamares
fritos de-los-de-toda-la-vida, muy tiernos y perfectamente escurridos de
aceite; langostino envuelto en gyoza con
salsa ali oli y empanadilla de ternera con salsa Krapao tailandés, un guiño
a la tierra paterna de Natalia; la
clásica tortilla española, muy jugosita, una de las mejores que he probado en
Madrid, tamaño perfecto para compartir.
No
podía irme sin probar el secreto ibérico
marinado con soja y salsas orientales a la parrilla, me encantó el sabor y
el punto de la carne, y un aroma, mmmm….. ¡un plato de diez!
Como
siempre os digo, a mí el dulce…… así, así, pero entre los postres tengo que
reconocer que el tiramisú casero
estaba muy conseguido y la tarta de
queso es uno de los postres que más salen de la cocina de Wilbran.
Atención a los que no nos gusta el fútbol: los miércoles y jueves noche Wilbran ofrece una
divertida alternativa para no quedarnos en casa aburridas, “Las noches de chicas”, con un
menú de 27 euros con champagne Veuve Clicquot, yo ya estoy deseando que
haya partido….
Muy
recomendable conocer Wilbran, diferente a las últimas aperturas en la ciudad, tradicional y cosmopolita al mismo tiempo,
se come realmente bien por un precio medio de 25 euros.
C/
Orellana, 19 Madrid
Tlf. 91 308 38 08
Fotos propias y de Wilbran
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