Texto by Mónica Gutiérrez-Aller
El restaurante Ático
abrió hace apenas medio año, y aún no había tenido la oportunidad de ir a
probarlo, pero la espera ha valido la pena porque así he disfrutado de la nueva carta elaborada por el prestigioso chef Ramón Freixa,
-cuyo restaurante en el Hotel Único de Madrid cuenta con nada menos que dos estrellas Michelin, tres soles Repsol y
ha sido reconocido como Grand Chef Ralais & Chateux-, dando la
bienvenida al otoño con un “viaje gastronómico por España a través de los
platos y productos más representativos de cada región”, en palabras del propio chef.
Ático,
-como su propio nombre indica-, se
encuentra en “las alturas” del Hotel The Principal en plena Gran Vía
Madrileña (entrada por la calle Marqués de Valdeiglesias), un edificio
residencial del año 1917 absolutamente maravilloso, con un diseño y decoración elegante, cosmopolita y sofisticado, acogedor
ya desde las escaleras de entrada, con detalles en cada rincón.
Ramón Freixa ha conseguido que Ático se haya convertido
ya en un imprescindible del panorama gastronómico madrileño, en mi opinión por varios motivos de peso: el
protagonismo de cada plato se centra en el producto y en el sabor, con materia
prima de calidad, y elaboraciones vanguardistas pero entendibles.
Platos
fruto del trabajo y la experiencia de Ramón
Freixa reflejan su carácter inconformista pero sensato, atrevidos e
innovadores pero homenajeando la tradición con vanguardia, un toque de locura y la armonía del sentido común; Ramón, probar tu cocina es un momento de
felicidad para los que amamos la gastronomía, comer bien es uno de los
placeres de la vida, y en Ático, doy fe,
se come muuuuy bien.
Difícil
elegir entre las propuestas de una carta más que atractiva: una deliciosa menestra de alcachofas de la huerta navarra,
en su punto de cocción, con esa satisfacción que te da morder el primer bocado;
unos ravioli de patata rellenos de
butifarra negra y alubias del Ganxet, plato con el que Ramón rinde homenaje a su
padre rescatando una de sus recetas más exitosas; un estupendo y original pulpo, su pata, con panceta, torreznos y
patatas rotas, además de un plato de gran belleza estética, la combinación
de sabores es espléndida; y como homenaje a Madrid, “nuestra” versión de los huevos rotos, con jamón ibérico de
bellota, huevos de codorniz fritos y mini tortilla esférica de patatas de
huevos de gallina campera, suena bien,
¿eh?...
Entre
los platos principales, cocina castellana como el bacalao confitado acompañado de un guiso de garbanzos, un plato
redondo; un jugoso lomo de atún de
Barbate con cítricos y blinis; arroz
socarrat en raciones individuales en llauna al horno con pato y cigalas,
original y visualmente insuperable; hamburguesa
de ternera reposada con pan de cristal, chutney de tomate y un toque de humo en
directo, espectacular presentación; y el que para mí fue el plato más
sorprendente porque reúne técnica, sabor, presencia y gusto: prensado de pollo de corral y anguila con
manzanas asadas, ¡espectacular!.
Ramón
Freixa es un amante del chocolate,- ya sabéis que como yo-, así que en los
postres me fui directa a probar este original nombre: “Olé, Olé, el primer chocolate que vino de América”, difícil
describir con palabras la excelente textura y gustosidad de este postre,
hacedme caso, probadlo. Y también otros como la tarta de Santiago 2.0 con toques de café, el cremoso de torta del Casar con cerezas
o el agua de Valencia, cava y textura de
cítricos.
La
carta de vinos en línea con este
viaje gastronómico por nuestro país, ofrece referencias con gran personalidad,
atrevidas y sabrosas que no dejan indiferentes, gran relación calidad-precio.
Confieso que soy adicta a los vinos del
Bierzo, la uva mencía es una de mis favoritas, esa sútil aspereza, ese
cuerpo denso, ese aroma al terruño...
También se incorpora la fórmula "Plato del
Día" en un menú por 35 euros los mediodías de lunes a viernes, ideal para profesionales y habituales de la zona
para comer de forma variada, asequible y con un toque "casero”
(incluye un entrante a elegir de la carta, postre, agua y café).
En Ático no se deja nada a la improvisación: la decoración y la ubicación son exquisitas, la
cocina es fruto de años de trabajo en búsqueda constante de la innovación sin
olvidar el sabor, y el servicio de sala es sencillamente perfecto, profesional
y cercano, enhorabuena a Rubén y todo su equipo.
Un
valor añadido a la excelente cocina de Ático
es, como os decía, su ubicación, pues además del restaurante con una sala
decorada al estilo de los clubes británicos o neoyorkinos, amplios ventanales
dan paso a terrazas ajardinadas que
rodean toda la planta y generan un ambiente luminoso, relajado y verde.
Por
si esto fuera poco, se puede comer y cenar durante todo el año en la amplia terraza cerrada y acondicionada La
Pérgola, desde la que se puede disfrutar de unas impresionantes vistas al
famoso edificio Metrópolis, al Círculo de Bellas Artes, al Banco de España y,
como no, a la Gran Vía madrileña.
Y
ya lo más: la increíble azotea que
culmina el edificio del Hotel The Principal, cubierta de plantas, olivos y
cipreses, exquisitas y ligeras mesas y sillas de hierro, impactantes sombrillas
rojas y bancos de madera cubiertos de cojines del mismo color, el solárium en
el que poder disfrutar de un cocktail o un aperitivo disfrutando de las
icónicas vistas de Madrid, es lo más cercano al cielo que se puede estar en un ambiente relajado y chic.
Me ha encantado mi
experiencia gastro en Ático by Ramón Freixa, no puedo dejar de recomendaros su cocina, precio medio de la carta unos
45 euros, y disfrutad de las maravillosas vistas que os harán sentir relajados
y tocar el cielo de Madrid.
The
Principal Madrid Hotel, C/ Marqués de Valdeiglesias, 1 Madrid (esquina Gran
Vía)
Tlf. 91 532 94 96
Fotos propias y de Ático
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario