Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
La Canica
es uno de esos restaurantes que conoces casi por casualidad y que te dejan
impactada: está situado en una animada zona de restauración de fácil
aparcamiento, frente al Corte Inglés del Campo de Las Naciones.
Me
encanta el nombre de este restaurante, nos trae recuerdos infantiles, un guiño
a la juventud de su propietario, el chef
Sergio Martínez, quien con tan sólo 25 años posee una intensa trayectoria
en varios restaurantes con estrellas Michelín y que lleva trabajando desde su
adolescencia con su padre al que admiro, el conocido José Luis Martínez. La
cocina de Sergio es una cocina
trabajada, pensada y suculenta: tradición y vanguardia fundamentada en la
cocina de siempre pero con sugerencias divertidas y diferentes a otras cartas
al uso.
De
sus fogones salen platos con nombres divertidos como las ya famosas “canicas del chef”, deliciosas
croquetas de estofado de carrillera que no podéis dejar de probar.
Otro
de los platos estrella de Sergio son los
shiitake salteados con ali oli flambeado
de miel, acertada combinación de sabores, delicioso.
Un
entrante riquísimo para compartir, el criollito
con hojas de hierbabuena y mostaza verde, me pareció súper original la
mezcla de esta hierba con el chorizo, aligera cualquier atisbo de intensidad
que pudiera tener el criollo.
Los
arroces “entre comillas” de La Canica
de lo más apetecibles, elaborados con sémola de trigo como el meloso de
carabinero, el de pulpo con aroma a pimentón o el riquísimo de mantequilla de
albahaca y alcachofas fritas.
Los
amantes de la casquería están de suerte con las manitas rellenas de ropa vieja y crujiente de boniato.
En
el apartado de carnes, destacan las riquísimas costillas confitadas a baja temperatura y terminadas a la parrilla con
salsa BBQ casera, como diría un amigo mío, están para comerse un cubo!.
Y
entre los postres, Sergio se luce con una vistosa tarta de lima en su punto justo de dulce y una soberbia tarta fina de manzana con
helado.
Me
ha encantado la decoración de La Canica,
obra del propio cocinero, en un local de techos altos y totalmente diáfano,
conserva la antiguas alacenas heredadas
de una botica que hubo en el mismo sitio, los ambientes están marcados por
dos alturas de apenas tres escalones.
Acertada
combinación de tonos mostaza en el
impresionante chester que domina una de las paredes del local, y colores
berenjenas, rosáceos y violetas en terciopelos de butacas y sillas, junto con
maderas claras en las mesas.
Os
van a llamar la atención las maravillosas
lámparas de los diferentes ambientes y la enorme cristalera que se abre a
la calle en los días soleados, dando al
local un aspecto chic afrancesado cálido y confortable.
Y un plus de La Canica: una extensa y selecta carta de destilados y cocktails
elaborados por el maestro mixólogo Oscar
Pino, con más de 17 años de experiencia en hostelería en restaurantes como
Loft 39 o Macadamia, me conquistó nada más llegar con una deliciosa creación,
un cocktail de bienvenida del que, perdonadme, sólo recuerdo que llevaba
vermout y otros ingredientes que seguro Oscar os contará encantado.
Con
todo lo que os he contado no tengo más
que recomendaros La Canica, os va a sorprender su carta de precios
razonables y su impactante decoración elegante y acogedora.
Avda.
de los Andes, 25, Madrid
Tlf. 91 320 15 03
Fotos propias y de La Canica
Si queréis que visite
vuestro local gastro, podéis contactarme en mgutierrezaller@gmail.com
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