Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller @lasmonicadas
Que
Madrid es una ciudad enorme lo sabemos todos, pero en tema gastronómico al
final siempre nos movemos por los mismos recurrentes barrios, y de vez en cuando hay que asomarse a otras
zonas para descubrir restaurantes deliciosos.
Y
eso me ha ocurrido con Le Crust, gracias a mi querida Jordana Paiva y su fantástico blog que os recomiendo desde ya, Top4You , al
ladito de la nueva y animada zona que conocemos como “Madrid Río”, un restaurante esencialmente dedicado a las pizzas de autor, me atrevería a decir
que pizzas gourmet, por su especial dedicación a cuidar la elaboración de la
masa con todo lujo de mimos y cuidados.
En
un local industrial decorado por una de
las socias de Le Crust, Elena, arquitecta de profesión y un encanto de
persona además de excelente profesional, se ha encargado de crear un acogedor
espacio de techos altos, hormigón, maderas claras y elementos recuperados de
aquí y de allá, muchos de ellos comprados en el rastro madrileño o herencias
familiares como la imponente lámpara que domina una de las salas del
restaurante, espejos dorados y apliques de luz.
Rafa,
otro de los socios fundadores, es un apasionado de la panadería, y nos explica
con auténtica devoción como elaboran paso a paso la deliciosa masa de las pizzas en Le Crust: dejan fermentar la
masa nada menos que 72 horas, para que la levadura haga crecer la pieza en la
cocción, aportando todo el sabor y punto justo de crocantez a la pizza final –y
de ahí el nombre del local, Crust-, una masa con un alto grado de humedad para
que el pan sea tierno y ligero pero a la vez firme y crujiente, ¡con deciros que me he comido hasta el
borde de la pizza!.
Como
no podía ser menos, los ingredientes
básicos en toda pizza son el tomate y el queso, y en Le Crust el tomate se cultiva y se importa de Parma, para que la salsa sea ligera, sin acidez; el queso es fresco
de leche de vaca, “Fior de Latte”,
sabroso pero sin enmascarar ni ocultar el resto de ingredientes.
Olvidaos
de la típica carta de pizzería, olvidaos de nombres como cuatro estaciones o
hawaiana, porque en Le Crust los ingredientes
son, cuanto menos, sorprendentes: desde una pizza elaborada con salmorejo (sí, habéis leído bien,
salmorejo), pasando por castañas, pato o peras, por no hablar de la que
posiblemente me gustó más, elaborada con piparras,
se me hace la boca agua sólo de recordarlo, mmmmmm…..
Además
la cocina de Le Crust innova
constantemente su carta en función de la estacionalidad del producto, para
sacar lo mejor de cada ingrediente, y ¿qué
mejor en esta época del año que una deliciosa crema de calabaza estilo thai?,
ese punto picante que nos entona el cuerpo contra el frío de la calle. Y no
dejéis de probar el exquisito guacamole
casero, elaborado al momento, la mejor forma de comenzar a compartir mesa y
mantel.
Para
terminar con alguno de los postres,
también caseros, entre los que no falta un suave y cremoso tiramisú.
Atención
a la carta de vinos, especialmente
recomendables los vinos D.O. Tierra de León, en los que la particular y
sabrosa uva Prieto Picudo sorprende, y para bien, a más de uno.
Resumiendo,
Madrid está para conocerla y disfrutarla gastronómicamente en toda su
intensidad, y Le Crust para eso es una
opción redonda, como sus pizzas: estupenda relación calidad/precio (unos 20
euros por persona), sorprendentes y curiosas pizzas de autor que no dejan a
nadie indiferente, y además, sabrosísimas, en un local original y acogedor
tanto para ir con amigos a pasar un buen rato como para una comida familiar,
¡muy recomendable!.
C/
Melilla, 47 Madrid
Tlf. 91 599 46 39
Fotos propias y de Jordana
Paiva para Le Crust
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
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