Texto
by Mónica Gutiérrez-Aller Gª.
Cuando
menos te lo esperas “alguien” (y en este caso ese “alguien” no es cualquiera,
sino mi querido y admirado gastrónomo y periodista Alberto Granados), te habla de ese restaurante que aún no conoces y
ya te entra la curiosidad y claro, hay que ir: La Casita de El Pradal, -perteneciente al prestigioso grupo
hostelero “El Pradal”-, está situada en la tranquila zona residencial de Arturo Soria, rodeada de espacios
verdes y árboles que nos conectan de inmediato con la tranquilidad del campo en
plena ciudad.
Con
una arquitectura que le permite ofrecer diferentes espacios, en La Casita de El Pradal podemos disfrutar
desde su barra de pinchos y mesas altas en los que “aperitivear” un buen
vermut, pasando por una elegante sala decorada en tonos naturales, coquetos
espacios privados para celebraciones familiares y eventos de empresa, y lo más:
una exclusiva terraza “Club Champagne” que hará las delicias de los
“terracistas” madrileños esta primavera/verano que ya está aquí.
El punto fuerte de La Casita de El Pradal es su
producto y su parrilla, única en Madrid –junto con la
del otro restaurante del Grupo El Pradal- construida por el clásico fabricante
de las parrillas que los asadores vascos tienen en su entrada.
La carta de La Casita de El Pradal se centra en
exaltar precisamente ese producto de calidad excelente, elaborado con todo
el mimo por el chef Eduardo Troya
que aporta su experiencia en fogones internacionales y consigue platos que no
te esperas y son una exquisitez.
En
lo referente a vinos todo un lujo contar en la sala con el sumiller Luis Martín-Portugués: cuanto más me gusta el vino, más
consciente soy de lo mucho que me queda por aprender, y con expertos como Luis
me quedaría horas escuchando lo mucho que conoce sobre vinos nacionales e
internacionales, experiencia que queda reflejada en su bodega, con una gran
variedad de referencias a precios más que asequibles.
Comenzamos
con un plato fuera de carta que, además de vistoso, me pareció muy original y
delicioso, chicharro de salmonete
con toque peruano por el acebichado que lo acompaña.
Croquetas de jamón ibérico elaboradas con leche fresca, suaves y de intenso sabor, y una alcachofa rellena de txangurro que estaba ¡de quitar el hipo!.
Original
trampantojo el de este “carbón” que
acompaña un pulpo a la brasa, elaborado en su punto.
Soberbio “chuletón de mar” a la parrilla con sus tres
salsas, atún de almadraba espectacular,
perfecta elaboración, ni más ni menos; tenéis que probarlo sí o sí.
Centro de solomillo fileteado con patata rostí
especiada y quinoa blanca, de nuevo
el productazo llega a la mesa.
Carta
de postres caseros para todos los gustos, como este cheese cake con esponja de frambuesa.
La Casita de El Pradal consigue transmitir su idea
principal y su proyecto: ofrecer
al cliente el mejor producto preparado con elegancia, respetando el sabor
natural de cada plato y subrayando la calidad de todos los ingredientes
utilizados, motivo por el cual me permito recomendaros una visita que no os
dejará indiferentes si os gusta comer bien, con un ticket medio sobre 40/45
euros.
C/
Belisana, 17 Madrid
Tlf. 91 300 23 54
Fotos propias y de La Casita
de El Pradal
Si queréis que visitemos
vuestro local gastro, podéis contactarnos en mgutierrezaller@gmail.com
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