Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller
Cuando
un restaurante celebra nada menos que su 50º Aniversario es porque las cosas se
hacen, -y se han hecho desde el principio-, muy bien. Casa D’a Troya lleva más de medio siglo y cuatro generaciones
ofreciendo cocina tradicional gallega en Madrid: todo empezó a finales del
siglo XIX en Santiago de Compostela, donde Pilar y Julio regentaron la casa de
comidas “La Carballinesa”, y uno de
sus hijos, Valentín, dio el salto a Madrid en 1966, año en el que abrió la
primera Casa D’a Troya en el Barrio
de la Concepción (os cuento como curiosidad que el nombre fue elegido en
homenaje a la célebre residencia estudiantil de Santiago de Compostela).
A
Valentín le siguió su sobrina Pilar, quien en 1981 tomó el relevo junto a su
marido José Antonio y asumió la responsabilidad y el orgullo de posicionar a Casa D’a Troya como el “restaurante gallego más importante de la
capital”, y todo ello gracias a la
filosofía que esta Casa sigue desde sus orígenes: tradición, calidad y honradez.
En
1991 Casa D’a Troya se traslada al
barrio de San Juan Bautista, a un local más grande y cómodo para los clientes,
y sigue cosechando el reconocimiento tanto de su clientela como de las
principales guías gastronómicas, como la Guía
Michelín y la Guía Repsol. Este año
2016 ha tomado las riendas de la Casa una nueva generación, la cuarta nada
menos, -Gema, Rafael y Valentín-, quienes con todo el respeto que una
trayectoria como la que os he contado se merece, aportan ideas renovadas pero
manteniendo los mismos principios que han hecho de Casa D’a Troya toda una referencia gastronómica en Madrid.
Este mítico restaurante gallego ofrece una muy amplia
carta de recetas clásicas gallegas:
pescados y mariscos de excelente calidad
recién llegados de las lonjas celtas (almejas, cigalas, bogavante,
centollo, mejillones, nécoras…), mención especial a su afamado pulpo a feira, y el delicioso salpicón de bogavante; otros platos
representativos de su cocina son la empanada
casera que elaboran con hasta siete rellenos distintos, o la merluza a la gallega, el plato estrella
de la casa que hay que probar sí o sí; entre las carnes no podía faltar un excelente lacón con grelos, un plato de
diez que se ha convertido en mi favorito.
El
apartado dulce de la carta, como no podía ser menos, ofrece postres caseros para mitigar la morriña:
tarta de Santiago, leche frita, o queso de Arzúa entre otros.
Todo
ello regado con estupendos vinos de
tierras gallegas junto con otras referencias nacionales e internacionales,
conservados en una cava de vinos que separa los dos comedores con los que
cuenta el local, amplios, luminosos y acogedores, un local renovado en el que disfrutar de las exquisiteces gallegas,
también en la zona de mesas altas frente a la barra, con un enorme ventanal
por el que entra luz natural y aporta calidez al espacio.
Por
cierto, excelente personal de sala, profesional y cercano, sin olvidarme del
servicio de aparcacoches que tanto nos facilita la vida en esta ciudad de difícil
aparcamiento.
Desde aquí ¡muchas felicidades a Casa D’a Troya
por su 50º Aniversario!, felicidades a todas las generaciones que han hecho
y hacen cada día de esta casa todo un referente gallego en Madrid, y como se
suele decir, a por otros 50 plagados de éxitos profesionales y personales.
C/
Emiliano Barral, 14, Madrid
Tlf. 91 416 44 55
Fotos propias y de Casa D’a
Troya
Si queréis que visite
vuestro local gastro, podéis contactarme en mgutierrezaller@gmail.com
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