Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller
El Flaco
ha sido sin duda mi descubrimiento del verano: una calurosa noche de agosto, en
una calle tranquila del Barrio de Chamartín próxima al conocido Parque de
Berlín, y donde menos esperaba, he
encontrado uno de los que es ya, sin duda, uno de mis restaurantes favoritos.
Quien
conoce a Andy Boman entiende el por
qué del nombre de esta maravilla de restaurante, un chef absolutamente apasionado por su trabajo con una trayectoria
vital que ha hecho que El Flaco sea lo que es: sueco de nacimiento, criado
en África (sus padres eran misioneros en ese continente), formado en cocinas
europeas, tailandesas y australianas, ha llegado a Madrid para dar rienda
suelta a esta peculiar mezcla de
experiencias gastronómicas y crear una carta aparentemente asiática en la que
la cocina Thai, tal y como la conocemos, cobra otra dimensión.
Una cocina imaginativa e inesperada por lo
agradablemente sabrosa, Andy nos lleva de viaje por lo dulce, salado, agrio y amargo, con salsas
caseras de ingredientes secretos que hacen único cada plato: sublimes baos de panceta cocida en caldo
cantonés y frita, con vegetales y salsa especial, no son unos baos
cualquiera, son los baos de El Flaco;
brochetas de solomillo ibérico con tocino, picotas y emulsión de kimchi, a
ver quién es el guapo que hace algo así con un solomillo; vieiras a la plancha con wakame y salsa citrus beurre blanc,
ligero, refrescante; secreto ibérico con
Morning Glory, piparras e higos caramelizados; curry verde de mar con albahaca thai, este plato debería ser
obligado, para mí de los mejores currys que he tomado nunca.
Soy
de las que tomo un cocktail como aperitivo, pero tampoco digo que no si es en
la sobremesa, y en lo que a cocktails se
refiere en El Flaco tienen un barman que es un crack, Valentín, enamorada
de su mojito thai y su pisco sour, un gustazo ver la minuciosidad y mimo con
los que prepara cada trago.
Y Antonio en sala, socio de Andy, amable, atento,
profesional y un grandísimo conocedor de la mejor armonía de vinos para cada
plato de El Flaco, lo cual es muy de agradecer con
estas elaboraciones tan especiales, acertó plenamente llenando nuestras copas
con una de mis uvas favoritas, gewürztraminer, que le iba fenomenal a cada plato.
Local lleno de arte, acogedor y cosmopolita, llama especialmente la atención una pintura mural en
una de sus paredes, la originalidad de las lámparas, las esculturas aquí y allá
y la comodidad de sus mesas.
Hacedme
caso, os va a sorprender y os va a gustar.
C/
Javier Ferrero, 8
Tlf. 91 199 65 02
Fotos propias
Si queréis que visite
vuestro local gastro, podéis contactarme en mgutierrezaller@gmail.com
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