Texto by Mónica
Gutiérrez-Aller
Rocacho es un restaurante con alma de asador, un asador moderno, elegante y cosmopolita en el que
prima la acogedora sensación que proporciona una buena parrilla y una materia
prima de calidad, no en vano algunas de sus carnes
son del “templo” leonés “El
Capricho” y los pescados de las
míticas “Pescaderías Coruñesas”,
amén de muy buenas verduras y ricos arroces que conviven con otros ingredientes
de pura tendencia.
El concepto gastronómico de Rocacho es puro y limpio, centrándose
en destacar precisamente, ese producto de calidad excelente, ampliando su
carta a nuevos ingredientes como el kimchi,
del que soy fan, un delicioso fermentado de Corea que sirve de acompañamiento a
algunos arroces y platos principales, y ha sido integrado en recetas de
temporada como los tacos de cangrejo de cáscara blanda con aguacate y
emulsión de kimchi.
Exquisitos entrantes en los que se aprecia la buena
mano en los fogones del chef Antonio Muro, como los buñuelos de
cecina, croquetas, sardinas marinadas sobre sofrito de tomate y pesto con
parmesano, anchoas del Cantábrico sobre pan de cristal con tomate o el rocacho de bacalao con ali oli.
Arroces y fideuás se hacen un hueco muy demandado en
Rocacho, y se ven pasar paellas de suculento aspecto junto con apetecibles piezas
de pescado como una merluza de pincho con su ajada, lomo de atún rojo,
rodaballo a la brasa o el riquísimo pixín.
Otro punto fuerte es, sin duda, las carnes leonesas
del ya legendario “El Capricho”: carpaccio de entrecot de buey madurado, steak tartare de buey, solomillo de vaca o la entraña de buey a la
parrilla, en los que se aprecia, sin duda, las peculiares características de
este renombrado restaurante. La parte dulce de la carta es
también irresistible, pantxineta, tarta de queso o torrija de pan de leche con
helado de turrón hacen las delicias de los más golosos.
Una bodega vista de hasta 50 referencias, tanto
nacionales como internacionales, junto con la espectacular piedra (de ahí
el nombre del restaurante, Roca-cho) que da vista a la cocina, son el eje
central de una decoración muy cuidada, sin estridencias, en la que
predominan los materiales nobles como el bronce y la madera, además de esa
piedra atemporal.
A la entrada, una terraza
acristalada acogedora y luminosa, conecta el restaurante con el exterior y
lo inunda de luz natural, un espacio concebido para disfrutar de una copa o
picoteo de manera más informal.
Rocacho consigue transmitir su idea principal y su
proyecto: ofrecer al cliente el mejor
producto preparado con elegancia, respetando el sabor natural de cada plato y
subrayando la calidad de todos los ingredientes utilizados, motivo por el cual
me permito recomendaros una visita que no os dejará indiferentes si os gusta
comer bien, con un ticket medio sobre 60 euros.
C/
Padre Damián, 38 Madrid
Tlf. 91 421 97 70
Fotos propias y de Rocacho
Si queréis que visite
vuestro local gastro, podéis contactarme en monicagastronomica@gmail.com
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