Texto
by Mónica Gutiérrez-Aller
Me
parece que no coinciden las fechas con el Año Nuevo Chino (creo que será el
próximo 16 de febrero), pero es nuestro Año Nuevo y me gustaría dedicar este artículo a la gastronomía oriental y fusión
con la que tanto disfruto; no sé a vosotros, pero siempre me pasa que al
probar un restaurante asiático, oriental, chino, descubro algún sabor nuevo,
platos que me sorprenden y elaboraciones realmente sabrosas, os cuento:
1. EL BUDA FELIZ: EL DECANO DE LOS RESTAURANTES
CHINOS SE RENUEVA
El Buda Feliz fue el primer restaurante chino que abrió
en España, nada menos que en el año 1974, cuando nadie sabía utilizar los palillos para comer esta
riquísima cocina, y a día de hoy no hay foodie
que se precie que no los utilice (incluso abusando de ellos en algunos casos).
Pues
bien, el decano de la cocina china se ha
reformado por completo, rompiendo con su imagen y con su oferta culinaria, por
lo que olvídate de lo “esperable” de un restaurante chino; en esta nueva
etapa El Buda Feliz añade a su leyenda
la asesoría gastronómica de “Julio”, Yong Ping Zhang (Soy Kitchen), que
revoluciona los fogones de este mítico restaurante chino con originales platos
de comida callejera típica de su país, casi desconocidos para el público
español.
Probé platos llenos de sabores, olores y colores,
recetas muy diferentes versión streetfood, como el pollo
picantón revolucionario de Sichuan, cocinado a baja temperatura, con salsa
de cacahuetes, cebolletas, sésamo y PX, la ternera
con callos, cacahuete, sésamo blanco, seta “oreja de árbol”, picante y
pimienta, el ñame con gambas salsa
de ostras y pimienta de Sichuán, tallarines
hechos a mano marinados con panceta ibérica y cebolletas chinas al wok,
servidos en cazuela;
Y
otros platos reinventados, como los rollitos
especiales del chef, con trocitos de churros chinos, lomo de cerdo,
cebollino y láminas de fideos, o el mítico
pollo con limón, elaborado al carbón con una salsa especial del chef de El buda Feliz, nada que ver con lo que
estamos acostumbrados.
La amabilidad de los profesionales que atendieron
nuestra mesa fue tan exquisita como la comida, y desde luego sabían transmitir
el espíritu de esta cocina milenaria,
recetas de la abuela traídas directamente de China pero con un toque diferente
y personal que lo diferencian de otros chinos al uso.
Decoración espectacular a cargo del Estudio Lavela,
inspirada en la ciudad de Shangri-La:
dos plantas repletas de detalles evocadores que crean un ambiente cálido y
relajado, muy llamativas las lámparas tipo “farolillo” de pantallas de hilo.
Amplias cristaleras que inundan de luz el local y una cocina vista que es todo
un espectáculo. Por cierto, me encantaron los baños.
Y al terminar una deliciosa comida me pregunté a mí
misma ¿cómo he podido tardar tanto tiempo en conocer este restaurante de
auténtica cocina china?
2. KION SUI: COCINA CANTONESA, PERUANA Y CHIFA
Kion Sui es el nuevo proyecto
gastronómico del ya conocido Grupo Inari dirigido con éxito por Nacho
Fernández Picón, que tuve la oportunidad de conocer aquí .Como
curiosidad, Nacho nos cuenta que Kion
es la palabra con la que denominan al jengibre en Perú, ingrediente que tanto
predomina en su cocina como en la asiática, y Sui es el gentilicio de los oriundos de Cantón, capital de la
provincia con el mismo nombre, en el sur de China, por lo que el nombre del
restaurante es todo un homenaje a los platos que salen de sus fogones.
Con este nuevo restaurante
en la zona norte de Madrid (en el Soto de La Moraleja), Nacho ofrece una interesante carta que recorre las
recetas más representativas de la cocina chifa, cantonesa y peruana,
elaborada con productos de primera calidad, de forma totalmente casera y amplia
variedad de sabores y aromas.
Me ha llamado la atención lo mucho que cuidan la
elaboración de los platos en Kion Sui, tuve la oportunidad de
entrar en la cocina y ver en directo cómo elaboran una receta representativa
de la cocina chifa que me encantó, el solomillo saltado (que no salteado)
al wok, con verduras que estaban al dente y una carne delicada y sabrosa.
Hasta la masa con la que hacen los dim sum es casera, excelente variedad de
dim sum procedentes de la cocina
cantonesa, bocaditos chinos como el kao cangrejo real, el shumai de pollo, y
riquísimo el kao de pato relleno de foie y verduras.
Y de la cocina peruana no podían faltar los ceviches, los
auténticos ceviches, limeño, al cilantro o clásico, ¡o los tres!
Muy buenas vieiras al
vapor en su concha con ajo, jengibre y fideos vermicelli y el arroz
chaufa al wok, con pollo vieiras, langostinos, pulpo y verduras cubierto
con tortilla francesa.
Una cuidada decoración en
tonos agua y en madera, líneas limpias y grandes ventanales, la terraza de
Kion Sui promete darnos muchas alegrías con el buen tiempo; y un consejo,
comenzar con un rico pisco sour de
aperitivo…o durante toda la cena.
3. JAPANESE CLUB: COSMOPOLITA CLUB DE SUSHI
Japanese Club
tiene un halo de misterio y clandestinidad nada más atravesar la puerta, me
recuerda esos clubs nocturnos neoyorkinos de la época de la ley seca, pero sin
aquél humo que envolvía a los actores de las películas.
Su decoración y puesta en escena es digna de mención, un local a dos alturas en el que se ha cuidado el
detalle hasta conseguir un ambiente
sofisticado y cosmopolita con terciopelos, espejos, colores impactantes y
juegos de luz.
Muy
atento todo el personal de sala, encabezado por un excelente profesional de la
hostelería, Ángel, quien junto con un motivado equipo, pueden ayudarte a
decidir entre las sugerentes opciones de la muy variada carta: en mi opinión,
lo ideal en este restaurante es compartir platos, Japanese Club ofrece una selección de sushi muy variada y apetecible,
nigiris, sashimi y rolls deliciosos, como el “duck maki”, relleno de foie y peras al vino tinto cubierto de masa
de tempura, o el nigiri de foie y pato confitado con base de puerro y salsa
duck.
Deliciosa
la tempura de langostino tigre y el
ceviche, de atún o corvina, y el tataki de buey con vinagreta de sésamo.
Como platos principales, excelente el solomillo
de vaca vieja con patatitas confitadas de ali oli trufado y salsa chipotle o el bacalao negro & miso. Y la parte dulce de la carta,
irresistible cheesecake, coulant de chocolate o rollito de
plátano y nutella.
Y cuando avanza la noche, Japanese Club baja las luces
y sube la música para disfrutar de una barra de
cocktelería espectacular, con un equipo de animados bartenders y música en
directo de DJs muy top.
Deseando
que llegue el buen tiempo para disfrutar de la impresionante terraza instalada en el paseo central de Juan Bravo,
y otra opción muy cómoda, se puede pedir comida a domicilio o recogerla en el
propio local.
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