Texto
by Mónica Gutiérrez-Aller
Siempre que puedo presumo
de mi tierra, de León, que además este
año 2018 ostenta el título de Capital Española de la Gastronomía, por lo
que si aún no lo conocéis tenéis la excusa perfecta para pasar unos días en una
provincia que os sorprenderá;
Pues bien, en la zona noroeste de León se sitúa la
comarca de El Bierzo, un lugar que tiene magia y que engancha a primera vista;
posee un microclima mediterráneo muy particular, con temperaturas más suaves
que las zonas limítrofes, y su baja altitud impide las heladas tardías, lo cual
resulta ideal para la vendimia que se adelanta normalmente un mes, sobre las
del resto de Castilla y La Rioja.
En una localidad de El Bierzo, Almázcara, tres amigos de toda la vida, MAnuel Benito, JAvier Álvarez y RAúl García (MA-JA-RA), deciden hacer realidad su filosofía, disfrutar de los tres placeres de la vida : una buena comida, un buen vino y una buena conversación con amigos, y así nace en el año 2002 las bodegas ALMÁZCARA MAJARA, no con la intención de hacerse ricos ni ser los más grandes, sino con la idea de disfrutar, de ser felices con las personas que quieres.
En
Almázcara Majara elaboran cinco vinos, 3 tintos y 2 blancos, todos ellos bajo
la D.O. Bierzo, y 1 vodka de patata berciana destilado en Laponia.
Con una capacidad de algo más de 30.000 botellas, estos vinos se encuentran en
tiendas especializadas y espacios culinarios del más alto nivel, “colándose” en
las cartas de muchos restaurantes con estrella Michelín y las vinotecas más exclusivas para satisfacer
a los paladares más exigentes y transmitiendo
sentimientos que provocan experiencias inolvidables al beberlos.
Su vino estrella es, precisamente, Almázcara Majara, un vino de autor del que se producen solamente 2.000 botellas elaborado a partir de uvas 100% Mencía, procedente de los viñedos situados en Los Barrios (Ponferrada), situados entre 500/600 metros de altitud, con un contraste de temperaturas pronunciado que favorece el desarrollo de los aromas intensos, limpios, a frutas rojas maduras y fondos de especias, jara y romero, y el color de este vino, rojo picota, con matices cardenalicios, limpio y brillante.
Soy muy fan de la uva godello, así que me gustaría destacar dos vinos que elaboran 100% con esta uva en Almázcara Majara: Cobija del Pobre y Demasiado Corazón; el primero es una mezcla de añada 2013 más una parte de otras añadas con crianza en barrica de roble francés. De color amarillo, con matices verdosos, limpio y brillante, intenso y limpio en nariz, con aromas a frutas maduras y fondo de flores blancas y miel. Redondo en boca, fresco, con volumen, equilibrado y gran permanencia en el final de la boca.
Demasiado
Corazón se elabora desde 2009, y tiene una particular
maceración de 6 horas a 8 grados para extraer al máximo la fracción aromática,
arranque de fermentación en depósito de acero y trasegado a las 48 horas a
barrica de roble francés nuevo.
Los vinos de Almázcara Majara tienen alma, son vinos evocadores, pura poesía, cada botella lleva una etiqueta posterior manuscrita por Javier Álvarez con palabras que son toda una declaración de intenciones, palabras que hacen pensar y reflexionar, para concluir que esta bodega nos hace disfrutar el momento a cada sorbo de sus caldos.
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