Los
restaurantes Saint James son
sinónimo de buenos arroces y cocina mediterránea desde hace años en Madrid. Desde
luego si queremos disfrutar de este mítico plato ya no hace falta irse a Castellón
como decía la canción del Último de la Fila, sino que Saint James tiene ya
cinco restaurantes en la capital en los que elegir entre más de 30 variedades.
Porque, ¿existe
algún plato español más emblemático que el arroz en todas sus versiones?, de
ahí la valentía de quienes se atreven a emprender un proyecto basado en este
delicioso cereal y el mérito que tiene
saber cocinarlo bien para permanecer en lo más alto del panorama gastronómico
madrileño.
Su historia
viene de lejos, pues hace ya más de 50 años existía un pub inglés con el nombre
de SAINT JAMES en el nº 26 de la madrileña calle Juan Bravo que pronto se
convirtió en restaurante especializado en paellas y arroces por su fundadora,
una valenciana que dedicó su vida a hacer de este grano el plato más demandado
por el público del Barrio Salamanca.
En aquél momento, el matrimonio formado por José Luis Armengol e Isabel García, ambos
empresarios de éxito en diferentes sectores
(el interiorismo, la decoración y la construcción en el caso de José Luis,
y la moda en el caso de Isabel),
regentaban ya una arrocería y un asador en Las Rozas con mucha popularidad y
aplauso entre el público local, siendo muy reconocidos en el sector de la
restauración y miembros activos de la Chaîne des Rôtisseurs (sociedad
gastronómica internacional sin ánimo de lucro dedicada a preservar e impulsar
las tradiciones de la buena mesa, la cultura gastronómica, la amistad y el
compañerismo).
El carácter emprendedor y la experiencia de este
matrimonio les llevó a echar abajo aquel obsoleto St. James cerrado tras el
fallecimiento de su fundadora y restaurar personalmente de arriba abajo el
local, con un coqueto jardín interior, abriendo
de nuevo el ST. JAMES de Juan Bravo y ofreciendo una inigualable carta de
arroces que pronto alcanzaron las alabanzas de la crítica especializada, convirtiéndose
en poco tiempo en un floreciente restaurante de referencia.
Tal fue el
éxito de este restaurante que José Luis e Isabel pronto abrieron Saint James Casa Quemada en la
carretera de La Coruña, manteniendo la misma filosofía y compromiso del primer
día, ofreciendo los mismos arroces que ya habían hecho famosa esta casa así
como otras especialidades de nuestra querida cocina mediterránea: mariscos, pescados y carnes de primera
calidad.
Después vendrían
los restaurantes Saint James
abiertos en Rosario Pino, Ortega y Gasset como GasTRo JAMES y, el más reciente,
Saint James Pombo 18 (en la zona
sur de La Moraleja); actualmente la 3ª generación ST. JAMES participa con paso seguro y la pasión familiar en esta
exitosa marca.
El arroz es la estrella de la casa en todos los restaurantes SAINT
JAMES, -que ofrecen más de 30 variedades en sus cartas-, siendo el arroz a
banda St. James quizá el más solicitado (con sepia y gambas, acompañado de
mariscada de cigala, carabineros y langostinos), y además de la famosa paella valenciana que bordan, lo
acompañan otros arroces secos (como el arroz del señoret, arroz con pollo y verduras, arroz de la huerta, arroz con
almeja fina y nécoras de la ría, arroz negro, arroz montañés), melosos (como el de boletus y foie o de
chipirones y almeja) caldosos (con
bogavante gallego, con carabineros y el marinero), sin olvidarnos de una
deliciosa fideuá que se elabora en
diferentes versiones con mariscos gallegos. Muy de señalar que todos los arroces son aptos para celiacos.
Todos ellos
son arroces muy regulares y coherentes, ya que el personal del Grupo se
forma desde el inicio en la propia casa,
por lo que el arroz que sale del fuego de ST. JAMES en Pombo 18 es idéntico al que se puede disfrutar en el GaSTro JAMES de Rosario Pino o el de
Ortega y Gasset, siendo calificado el
arroz SAINT JAMES en la localidad de Sueca como el mejor arroz del mundo.
La carta se
completa con mariscos como la cotizada gamba blanca de Huelva, cigalas,
carabineros, berberechos, coquinas, zamburiñas, langosta… exquisiteces de
nuestros mares que se compran directamente por este Grupo hostelero en las
subastas de las mejores lonjas de nuestro país, así como los pescados: merluza, atún rojo, lenguado o lubina, en
variadas elaboraciones a gusto del comensal.
Los
carnívoros también tienen su espacio, steak
tartare de solomillo elaborado al momento, solomillo de vacuno al gusto, confit de pato, hamburguesa de buey Valle del Esla son algunas de las
sugerencias que triunfan entre los clientes.
Los
restaurantes GasTRo JAMES de Casa Quemada, Rosario Pino y Lista surgieron
para adaptarse a las demandas del público actual, y además de los inamovibles arroces y recetas más emblemáticas del Grupo,
se introducen en la carta recetas modernas como el wok de verduras frescas
con langostinos o pollo de corral, el queso provolone
con confitura de tomate, el tartare de
atún con aguacate o el tataki de atún con ajo blanco y tomate
asado.
El capítulo
dulce de la carta es amplio y tentador: postres y helados todos caseros
como la inigualable tarta fina de manzana, el bavaroise de café con galleta de almendra caramelizada, tiramisú de
la casa, helado de higos, de chocolate blanco a la naranja…
Una
interesante bodega con más de 150 referencias de todo el mundo armonizan la
propuesta gastronómica de St. James,
incluyendo una carta de destilados de marcas Premium para alargar la sobremesa
junto a unas tejas caseras realmente adictivas.
Los
espacios de todos los restaurantes SAINT JAMES son amplios, luminosos, acogedores
y modernos, diseñados personalmente por los propietarios con la
colaboración de interioristas de renombre como Tomás Alía, que participó en el proyecto del local de Rosario Pino, o el reciente St. James de Pombo 18 a cargo del
reconocido estudio A-Cero. Y todos
cuentan con las tan deseadas terrazas en las que disfrutar al aire libre de la
oferta gastronómica St. James.
Dos son los
secretos del éxito de los arroces SAINT JAMES: en primer lugar, todos se elaboran con un Arroz Bomba de Autor, el grano de
arroz es de cultivo propio, al que se le aplica un control de producción desde
la misma cosecha, la cual se almacena y se da salida según la necesidad,
manteniendo el grano en su cápsula para que esté protegido y después se despalilla,
blanquea y se pasa por los molinos a demanda de los restaurantes, llegando a
consumir más de 14 toneladas al año.
En segundo lugar, sus arroces no serían los mismos sin su famoso Fumet, fondos totalmente naturales cocinados
lentamente de manera artesanal con verduras, mariscos y pescados llenos de sustancia
cuya elaboración se estudia en la cocina central del Grupo desde hace años, investigando
y desarrollando la receta perfecta para
que todos los restaurantes tengan el mismo fumet y ese sabor tan característico
que lo hacen único.
De ahí que
SAINT JAMES haya decidido compartir su secreto lanzando al mercado nacional e
internacional un formato para poder cocinar en casa nuestro propio arroz de
calidad, un atractivo pack para 2-3 personas con un envase de fumet casero 100% natural que se conserva durante 5 años,
y un saquito de arroz bomba de autor de 220 g., junto a unas breves
instrucciones con el que ya no tendremos excusa para agasajar a nuestra familia
o invitados con la garantía del que,
dicen, es el mejor arroz de Madrid.
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