Hace unos días tuve la oportunidad de revisitar Beker 6 y ¡qué acierto!,
ojalá hubiera vuelto antes porque desde luego ha pasado a estar entre uno de
esos sitios que recomendar y con el que nunca vas a quedar mal.
Beker 6 elabora una cocina muy cuidada, con mucho mimo y profesión. Recetas
clásicas bien ejecutadas con producto de temporada de calidad, una atractiva
carta y sugerencias fuera de carta muy a tener en cuenta: ancas de rana a
la provenzal, escargots bourguignon,
salmón marinado, pasta fresca con trufa, guisantes de temporada con huevo poché, perdiz salvaje asada rellena de
castañas y sus higaditos, coquelet de Bresse,
raya meunier, lomos de salmonete con
reducción de naranja y azafrán…
En mi opinión Beker 6 tiene un
punto afrancesado realmente delicioso, si bien el restaurante también
comenta que algunos de sus platos hacen guiños a la cocina armenia debido a las
raíces del chef, como el curry rojo de pescado blanco y almejas con arroz de
jazmín o la crema senegalesa.
También cuenta con una carta para tomar el aperitivo o picar algo
rápido en la barra o en la coqueta
terraza, siempre que el tiempo lo permita y una bodega cuidadosamente
seleccionada para armonizar todas las propuestas.
Servicio de sala muy cuidado, amable y profesional y atmósfera
encantadora creada por una decoración exquisita del reconocido estudio Cousi Interiorismo, una mezcla de
bistró francés y el chic mid-century
neoyorkino en el que cada detalle,
incluida la música, contribuye a disfrutar de una agradable velada.
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