Las Tortillas de
Gabino fue el primer proyecto personal y familiar del chef Nino Redruello y
debe su original nombre a un cocinero del conocido restaurante La Ancha, -propiedad de la familia
Redruello- que, según decía el padre de Nino, “hacía las tortillas como nadie”.
Nino, tras
haberse formado en la Escuela de Luis
Irízar, haber pasado varios veranos en la cocina de La Ancha, y haber
trabajado en grandes restaurantes como Arzak,
El Bulli, Akelarre, El Cenador de Salvador o Lindsay House en Londres, decidió poner en práctica toda esa
experiencia técnica de la cocina moderna para elaborar en Las Tortillas de
Gabino una rica cocina tradicional, desenfadada y fresca en platos como la
tortilla, las lentejas o las albóndigas, dándoles ese toque de rock & roll
que actualiza y depura los sabores de cada receta.
Como su propio nombre
indica, el plato estrella de la casa son las tortillas, difícil elegir entre
tanta variedad y tan atractivas: La Velazqueña es la tortilla clásica que
hacía el ya famoso Gabino, la guisada
con callos, la trufada o la tortilla de migas –entre otras-, son de lo más
apetecibles.
Una cocina de mercado
siempre atenta a la temporalidad del producto, con una materia prima de calidad
y proveedores de confianza hacen que
la oferta sea muy dinámica y se cambie casi a diario, un restaurante para
todos los paladares y para cualquier ocasión que no defrauda a nadie.
La carta se completa
con deliciosas propuestas ideales para compartir como las vistosas navajas
gratinadas, las croquetas caseras, los boquerones en adobo, las judías verdes
con crema de guisantes que resultan adictivas, las albóndigas, el pato azulón
de las landas, el guiso del día y, no podía faltar en esta casa, el magnífico
escalope tipo “Armando”.
Déjate seducir por
los postres caseros de Las Tortillas de Gabino que sugiere el jefe de sala,
Ekaitz Almandoz, un encantador profesional que cuida cada mesa con mimo: flan de queso brie, tarta fina y calentita
de manzana, torrija con helado de vainilla o gianduja son algunas de sus dulces
tentaciones.
Y todos estos platos
se disfrutan en un acogedor local cuya decoración tiene la firma de Ignacio
Redruello (todo queda en casa) y su estudio Arquitectura Invisible, que ha
conseguido dar una gran luminosidad al
local empleando el color blanco en paredes y tapicerías, utilizando maderas
de colores naturales y gran variedad de plantas en el coqueto patio interior
del restaurante.
Con un precio medio en torno a los 40 euros, Las Tortillas de Gabino es una opción de lo
más recomendable en la que poder repetir sin cansarte de la carta que varía
constantemente.
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