El matrimonio formado por Mila y José Ignacio Urdiain llevan toda su
vida dedicados a la hostelería con mayúsculas, formándose entre grandes de los
fogones como el Zalacaín de las
tres estrellas Michelín, el mítico
Frontón o la Fonda de Urbasa de
los Oyarbide. Tras atesorar este
nivel de experiencia, el tándem Urdiain emprendió en 1985 su proyecto personal
en Ox’s, originariamente un
asador de carne de buey haciendo honor a su nombre que, a día de hoy, ha sabido
evolucionar convirtiéndose en todo un
templo de alta cocina vasco-navarra basada en una sencilla filosofía: la
excelencia, tanto en la elección del producto, como en el servicio de sala
y esa ilusión de cada día por hacer de cada plato el mejor.
OX’s
es el restaurante que todo amante de las verduras debería tener en lo más alto
de su lista: su famosa menestra de verduras es única,
elaborada con las verduras propias de cada temporada (como no podía ser de otra
manera) que Ignacio elige personalmente en el mercado, cocidas por separado y
ligadas con un delicioso caldo ligero. Y
en plena temporada de espárragos blancos, imperdonable no probar los que,
probablemente, sean de los mejores que hayas comido nunca.
Increíble
sabor el de la sopa de pescado y sus exitosas albóndigas caseras de ternera; platos
obligados como la chistorrica frita, la merluza a la romana con fino rebozado,
el rape con fritada, los callos y no podía faltar el chuletón de buey que dio nombre al
restaurante.
Deja sitio
para los postres porque, aunque no seas dulcero como es mi caso, te seducirán con una cuajada
artesana elaborada en el restaurante con leche de oveja traída especialmente
desde Navarra, natillas, arroz con leche o helado de queso. Para acompañar los cafés, la
teja de almendras que Ignacio aprendió a hacer en Zalacaín cobra aquí otra dimensión, y trufa también casera a la que
me declaro adicta.
Por último,
pero no menos importante, atención a la acogedora terraza situada detrás del
restaurante, parece mentira que en pleno corazón financiero de Madrid
exista un oasis de tranquilidad así en
la que poder disfrutar de una carta de
pinchos fríos y calientes, medias raciones, además de los platos del
restaurante, vinos por copas, cerveza y combinados de marcas Premium.
Mila dirige
personalmente el servicio de sala de esa manera que sólo saben hacer los buenos
profesionales del gremio, con esa sutil elegancia y discreción propios de
la vieja escuela que hacen a OX’s ostentar
un concepto de hostelería que pocos restaurantes alcanzan.
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