PRÍSTINO, ELEGANTES SABORES contemporáneos

Desde su apertura a finales de 2019, PRÍSTINO se he convertido en referencia gastronómica de Madrid. No ha sido a través de revoluciones culinarias sino reafirmando lo que siempre funcionó y que quizá durante un tiempo se dejó a un lado: la escuela, formas y costumbres de los restauradores de toda la vida, aquellos con carisma, vocación y pasión por su trabajo.

Situado en el corazón de Chamberí, reivindica alimentos cercanos, pero casi olvidados, por muchos desconocidos y por una gran mayoría, añorados. La filosofía de PRÍSTINO se asienta en la elección de materia prima excepcional. Ése es el punto de partida para un concepto redondo.

La de este restaurante es una cocina que verdaderamente reconforta, que trae recuerdos y que, podríamos decir, alimenta el alma. La inspiración de PRÍSTINO hay que buscarla en las casas de comidas de toda la vida, sin estridencias.

Un plato como los callos de morro y pata, elaborados lentamente, se han convertido en uno de los favoritos de la clientela. Hay más que pertenecen a la categoría de clásicos: las croquetas melosas, las patatas bravas, la ensaladilla rusa, los torreznos o la tortilla de patata, pero también el ragú de jabalí con patata paja. La temporada guía la selección de los productos, que con maestría se convierten en esos platos de siempre, pero con un estilo propio.  Así, junto con la carta, el equipo de sala comparte las sugerencias fuera de ella. Se cuidan los pescados y las carnes, cocinados todos con técnica y precisión.

Como broche final, no faltan postres como el helado de violeta y el mousse de madroño, ambos son un dulce homenaje a Madrid y sus tradiciones. Como cuidadas son la bodega y la carta de coctelería. Porque en PRÍSTINO se disfruta de la buena mesa, pero también de una copa elaborada con mimo, como aperitivo, durante la sobremesa, a modo de digestivo, y en cualquier momento tanto en el interior como en su agradable terraza en el Paseo de Eduardo Dato número 8.

Cabe señalar que PRÍSTINO reivindica el servicio de sala, con un equipo profesional y bien coordinado. Hablamos del nexo fundamental entre cocina y comensal.

Y Mamotreto es el nombre con el que PRÍSTINO ha bautizado su servicio delivery. En origen, mamotreto significa ‘criado por la abuela’ y ése es el espíritu del renovado delivery. Su apuesta no es un servicio más de entrega de comida a domicilio, porque Mamotreto es tan singular como el restaurante y reivindica los mismos valores: cocina tradicional, honesta, que reconforta y que apetece cada día.

PRÍSTINO ocupa un amplio local en un edificio de 1945, que ha sido completamente redistribuido y decorado con esa clase y elegancia propia del barrio donde se ubica. Cuenta con dos luminosos salones en los que predominan los tonos neutros y los colores naturales en las tapicerías, con diseños clásicos y atemporales. La vegetación natural y una iluminación cálida rematan el ambiente acogedor. Además se puede disfrutar de una terraza exterior climatizada en la que opera la misma carta que en el interior, y que, entre horas, se erige como un lugar perfecto para una copa y una charla.

 

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